Yo soy aquel desdichado
y es tan grande mi bajeza,
que después que me has comprado y tu esclavo me has llamado me quebrantas la cabeza.

Escriba, escriba y comprobará
que mi nombre se lo he dicho ya.

En un cuarto me arrinconan 
sin acordarse de mí
pero pronto van a buscarme
cuando tienen que subir.

Yo tengo un ángulo recto
y tres lados que me abarcan.
Aunque no quieras creerlo,
mi nombre completo es cuadra.

Aunque decís que soy puerta
jamás tuve cerradura
ni clavos, estoy abierta,
es esférica mi hechura,
con dos orejas cubierta.

Tengo nombre de animal,
cuando la rueda se pincha
me tienes que utilizar.

Nombre de ciudad tengo
y a todo el que froto
algo le desprendo.

Con la boca aprieto muy valiente
y nunca me rompo un diente.

Golpe tras golpe,
clavo tras clavo,
eso es lo que yo hago.

Aunque no soy importante,
en la vida pinto algo;
mas no podré trabajar
cuando yo me quede calvo.

Es redonda, es de goma,
de madera o de metal
y sale a dar una vuelta 
con una amiga igual.

Soy largo y delgado, 
con buena figura. 
Mi pelo alocado 
lo mojo en pintura.

Ris, ras, ris, ras,
adelante y hacia atrás,
mientras tenga que comer
no dejaré mi vaivén.

Tengo dientes afilados,
que mucho brillan al sol,
y aunque me falta la boca
soy un feroz comilón.

Mil dientes bien en fila,
agudos y cortantes,
que árboles robustos
derriban al instante.