Saltar o no Saltar

Da a otro chico una cajita de cerillas. Dile que la sostenga a una altura de 20 o 30 cm sobre una mesa y que la deje caer de manera que se sostenga en pie. Si no le acompaña una suerte extraordinaria, tu amigo no podrá lograrlo.

Ahora te toca a ti. Aunque parezca extraño, cuando sueltes la caja de cerillas, ésta caerá y se mantendrá de pie.

He aquí el secreto

Cuando una persona deja caer la caja, ésta suele chocar con fuerza sobre la mesa y rebotar. Este rebote es lo que hace que la caja se vuelque. Pero, cuando eres tú quien la deja caer, hay una pequeña diferencia. Justo antes de soltarla, abres ligeramente la caja tal y como se muestra en el dibujo, de manera que la parte superior abierta quede disimulada por la mano. Entonces, sueltas la caja.

La pieza exterior de ésta choca primero con la mesa. La parte interior y las cerillas siguen bajando, pero más despacio, debido al rozamiento con la pieza exterior al cerrarse la caja. En una palabra, la cubierta actúa como amortiguador de golpe. Y la caja, em vez de saltar permanece quieta y de pìe.

Antes de hacer este truco, hay que practicar un poco. Cuando lo realices tus amigos se quedarán totalmente desconcertados.